¿Desde qué coordenadas teóricas y metodológicas abordamos la historia del Movimiento Obrero?
Como forma de realizar nuestro Programa de Investigación, hemos definido tres objetos centrales de investigación: primero, avanzar hacia una caracterización de las formas de acción política de la clase trabajadora y explicarlas a la luz de su desarrollo concreto en el proceso histórico; segundo, desarrollar teóricamente un concepto de politización construido en función de la propia experiencia histórica de la clase trabajadora y de sus potencialidades materiales; y tercero, reconstruir y sistematizar la trayectoria histórica de la clase trabajadora, tanto en sus dimensiones económicas, como políticas y orgánicas. Avanzando en estos temas, esperamos aportar elementos para hacer inteligible la situación actual del movimiento sindical, y para reflexionar acerca de sus proyecciones estratégicas.

Para clarificar nuestra perspectiva de análisis, creemos que la investigación sobre el movimiento obrero obliga a intentar resolver al menos tres grandes problemas teórico-metodológicos: (i) integrar el análisis histórico en una perspectiva de totalidad, que permita comprender y darle sentido a su devenir identificando sus condicionamientos y articulaciones con otras dimensiones de lo real; (ii) explicar las formas de interacción entre sujetos y estructuras, asumiendo los primeros como la forma necesaria de realización de las segundas, es decir, se trata de momentos de abstracción/conocimiento de una totalidad histórico concreta; (iii) arribar a una comprensión satisfactoria de la relación entre las formas de subjetividad que adquieren los/as trabajadores mediante su experiencia vital y la naturaleza de clase objetiva de ésta, que se expresa en politizaciones diversas.
Todo lo anterior refiere a la vieja discusión nunca resuelta sobre la posibilidad de explicar causalmente nuestra realidad histórica, es decir, el desarrollo de un conocimiento que apunte a identificar situaciones y estructuras que inciden en las formas concretas que adquiere el despliegue de los sectores organizados de la clase trabajadora, más comúnmente entendidos como el movimiento obrero o sindical.
Nuestra apuesta de investigación, además, está comprendida en cuatro niveles de análisis. Las formas de acción política es el primero de ellos, y su estudio lo enfocamos en sus formas de organización, pero también en sus formas de movilización ante diferentes interlocutores. El segundo concepto clave es el de politización, que refiere a la distinción entre lo político y la política, entendiendo lo primero como el espacio de la toma de decisiones soberanas por los sujetos respecto a sus problemáticas y que se expresa conflictivamente, mientras que lo segundo corresponde a la construcción de su delimitación institucional estatal. El tercer elemento es lo social, entendido como la existencia de estructuras sociales, cuya característica principal es su irreductibilidad al agregado de individuos y acciones en los que se expresa, y que determinan ciertas formas de subjetividad y politización, que pueden ser discernidas a partir de una clasificación basada en sus potencialidades objetivas en las relaciones sociales generales. Finalmente, consideramos que la trayectoria de la clase trabajadora y sus expresiones organizadas solo pueden estudiarse como un proceso, es decir, como un movimiento histórico que se va transformando junto con las condiciones materiales de producción y reproducción de sus miembros. En este sentido, el estudio de las formas de acción política de la clase trabajadora requiere un importante esfuerzo analítico de las relaciones sociales de producción y reproducción capitalista a partir de las cuales se ordenan y distribuyen las clases sociales en Chile, atendiendo a las especificidades de su inserción en el mercado capitalista mundial, y a las contradicciones particulares que de ello se han desprendido para los diferentes grupos sociales resultando en conflictos y lucha de clases, así como en tradiciones sindicales acordes con las formas de trabajo predominantes.